Una estrategia financiera que surcó los mercados alterados
9 de Julio de 2025, El Cronista Comercial
La citrícola debió cancelar una salida al mercado por las condiciones de demanda. Pero los accionistas decidieron un préstamo a la empresa para saldar vencimientos en tiempo y forma. El plan.
"La verdad es que en muchos casos que abundan en el mercado, los accionistas, viendo precios de 70, o de 60, uno como financiero tendría que haber dicho: 'reestructurá, que bajás 40% de tu deuda'; o, a estos precios, te conviene salir a recomprar, pero no fue lo que decidieron los accionistas, que conocen el plan de negocios, la buena evolución y decidieron hacer un préstamo a la compañía, y estuvo bien. Nuestra situación no tiene que ver con otras del mercado".
Habla Pablo Ferrari, el CFO de San Miguel, la principal procesadora industrial de limones del mundo, que quedó, a juicio de la empresa, envuelta en el clima financiero espeso que en junio se instaló en el mercado para el financiamiento de varias empresas argentinas.
Aunque de origen agroindustrial, su actividad está alejada de la realidad del descalce financiero de las empresas proveedoras de insumos agrícolas que quedaron atrapadas por el diferencial de los costos y el dólar barato que derivó en una sucesió de default.
En ese contexto, explican Ferrari y el CEO de la compañía, Manuel Suárez Altuna, tenían que cumplimentar compromisos articulados con la Corporación Financiera Internacional y otras instituciones financieras que los obligaba a realizar todos los esfuerzos necesarios por salir al mercado antes de concretar un paso de los contratos.
"Estamos viendo mucho interés de inversores internacionales, por lo que está pasando hoy en la Argentina. Eso, mezclado con nuestro modelo de negocio que está dando el resultado que nosotros esperábamos, por eso vemos que hay una oportunidad", explica Suárez Altuna.
Por eso, mientras las tasas del mercado, saturado de ON de grandes emisores del 2024 para captar dólares del blanqueo de capitales, se escapaban del 9,5% TNA, San Miguel no logró las ofertas que esperaba, canceló la emisión y quedó momentáneamente descalzado para el pago de un vencimiento de u$s 53 millones a fines del mes pasado. El hueco lo llenó un préstamo a seis meses capitalizable por los accionistas de u$s 15 millones y el servicio se cumplimentó el 26 de junio.
Estrategia
La firma de Martín Otero Monsegur, Gonzalo Tanoira, Luis Roque Otero Monsegur, Alejandro de Anchorena (h), Cristián López Saubidet y Agustín Otero Monsegur tiene operaciones en la Argentina (60% del total de facturación), Uruguay y Sudáfrica (20% cada una), con un plan de negocios con el que se han apartado del negocio del limón fresco para ir al de la industrialización.
Producen jugos, aceites y esencias de limón y son líderes globales.
"Los accionistas saben perfecto lo que va a pasar con los ingresos a futuro -explica Ferrari-. A diferencia de otros sectores, el cambio macroeconómico no modificó nuestro negocio, y además gran parte de nuestro crecimiento está fuera de la Argentina", indica, preocupado por marcar la diferencia con otras realidades del mercado.
En los últimos años han financiado la expansión con aportes de los accionistas y salidas periódicas al mercado con ON hard dollar a 24 meses y una tasa estable en el 9,5% TNA. Ahora, preparan un nuevo programa financiero sobre el que no dan detalles pero que les permitirá un fondeo estructurado con el ingreso de inversores del exterior.
"Estamos viendo mucho interés de inversores internacionales, por lo que está pasando hoy en la Argentina. Eso, mezclado con nuestro modelo de negocio que está dando el resultado que nosotros esperábamos, por eso vemos que hay una oportunidad", explica Suárez Altuna.
Para apuntalar los proyectos, aligerar la estrategia financiera y apuntalar la capitalización, el directorio de San Miguel ya había aprobado un follow on (ampliación de emisión de acciones cotizantes) y confían ahora en la posibilidad de un nuevo financiamiento estructurado. Este semestre será crítico para lograr ambos objetivos.
La estrategia busca, probablemente, abaratar el costo del working capital, en un nivel similar a la de las prefinanciaciones de exportaciones, y dejar de financiar con ON la deuda o la inversión de largo plazo.
"Pero bueno, era lo que había disponible antes en la Argentina", afirman, resignados, a la espera de un nuevo flujo de inversiones por parte del mercado.