San Miguel: El Sabor del Éxito
La industria mundial del procesamiento de limón está en auge. Valuada actualmente en 1.300 millones de dólares, se proyecta que alcanzará los 5.000 millones de dólares para 2031.
Este crecimiento está impulsado por la creciente demanda de ingredientes a base de cítricos en una amplia variedad de sectores, incluyendo cosmética, cuidado personal, farmacéutica, productos de limpieza y del hogar, además de ser un ingrediente clave en muchos alimentos y bebidas. La industria del limón es un gran negocio y crece de manera exponencial.
Con una participación del 60% en el mercado mundial, Argentina es el mayor productor de productos de limón procesado del mundo. Un factor clave en el dominio del país en este sector es la empresa San Miguel, el mayor procesador de limones del mundo. Fundada hace 70 años como un negocio familiar, San Miguel se ha convertido en el principal actor en el mundo del limón industrial y de fruta fresca. En 1996, la empresa consolidó su posición de liderazgo en el sector, convirtiéndose en el mayor productor y exportador de limones frescos y productos industriales derivados del limón, incluyendo jugos concentrados, aceites esenciales, cáscara seca y pulpas. Para 2020, la fruta fresca representaba el 70% de los ingresos totales de la empresa.
Sin embargo, en el camino, un exceso de oferta mundial provocó una fuerte caída en el precio del limón fresco —de 1.200 a 600 dólares por tonelada— lo que llevó al vicepresidente de San Miguel, Gonzalo Tanoira, a tomar medidas. "Tomamos la decisión estratégica de aprovechar nuestra ventaja competitiva como principales productores globales de limón para abrirnos un espacio en el sector del limón procesado", afirma Tanoira.
Desde entonces, la empresa ha invertido 18 millones de dólares en sus operaciones en Tucumán, con una inversión adicional de 24 millones de dólares prevista para los próximos cinco años. Los fondos están destinados a tecnología, I+D, infraestructura, medio ambiente y mejores prácticas agrícolas. San Miguel también ha invertido 32 millones de dólares en Uruguay y 24 millones en Sudáfrica para desarrollar nuevas plantas, todo con el objetivo de asegurar una participación del 20% en el mercado global del procesamiento de limón en los próximos tres años. Hoy, San Miguel es la única empresa en el mundo con operaciones de suministro en tres regiones, lo que le proporciona una protección estratégica frente a riesgos climáticos, fitosanitarios y regulatorios.
También se ha reconfigurado como una empresa basada en el conocimiento, invirtiendo fuertemente en investigación y desarrollo. Actualmente, la empresa se especializa en procesar limones para producir derivados de alto valor como aceite de limón y esencias, que se utilizan en miles de productos cosméticos, farmacéuticos y de perfumería.
Este cambio estratégico ha tenido un impacto dramático en el rendimiento de la empresa. La pérdida de EBITDA de 37 millones de dólares en 2022 se transformó en una ganancia de 1 millón de dólares tan solo 12 meses después. Para fines del año pasado, la empresa había alcanzado un EBITDA de 9 millones de dólares, con ganancias brutas anuales de 18,4 millones de dólares. Además, muchos otros indicadores clave de rendimiento demuestran que la empresa va por buen camino.
San Miguel exporta sus productos a todo el mundo y cuenta con América del Norte, Europa, Medio Oriente, Lejano Oriente y América Latina como mercados principales, donde sus relaciones de largo plazo con los clientes han ayudado a garantizar una planificación de producción estable y un crecimiento constante de las ventas. Con raíces profundamente arraigadas en su Argentina natal, San Miguel ha sido durante años un líder en sostenibilidad ambiental, con un compromiso duradero con prácticas agrícolas e industriales responsables. Es otro motivo de orgullo para Tanoira que la empresa haya sido instrumental en preservar el doble de hectáreas de bosques nativos de las que utiliza para la producción de limones.
A lo largo de los años, la empresa ha colaborado activamente con muchas ONG para apoyar sus esfuerzos de reforestación y conservación de la biodiversidad. También invierte en el desarrollo de tecnologías avanzadas de conservación y tratamiento del agua para minimizar el impacto ambiental de sus actividades de producción y procesamiento. "Tenemos una visión de una América Latina que trabaja unida para aprovechar sus recursos naturales y humanos, al mismo tiempo que promueve la integración económica y la competitividad global", afirma Tanoira.
A medida que la demanda mundial de productos naturales y saludables sigue en aumento, la experiencia de San Miguel en el procesamiento de limones la posiciona a la vanguardia de una industria en auge. Con un enfoque a largo plazo en la investigación, la sostenibilidad y la expansión global, la empresa está bien posicionada para seguir siendo una fuerza dominante en el mercado del limón durante muchos años. Y a medida que Argentina atraviesa importantes cambios económicos, la empresa se destaca como un faro y un ícono nacional del poder y el potencial del crecimiento sostenible.